Antes de leer la noticia imagina que eres un niño de pelo rizado y al llegar a clase te gritan cosas del estilo: ¡Pelo estropajo!¡No sé como puedes salir a la calle siendo así! ¡¿Quién te va a querer con lo raro que eres?!
¿A qué te parece una locura sin sentido que te pasase eso? Ahora cambia ser un niño de pelo rizado por ser un niño gay. Un niño que solo quería ser aceptado en el colegio y ser feliz.
Esto le pasó a Jamel.
https://www.elmundo.es/internacional/2018/08/28/5b84fa23468aeb7d0d8b45d0.html
Los niños del colectivo LGTBI siguen sufriendo una discriminación directa a diario, oculta tras una apariencia de educación y sociedad moderna que se queda solo en una auténtica fachada.
En el caso de este niño no se pudo hacer nada y ¿cuál fue su "pecado"? ¿Ser gay? Os aseguro que no. Su pecado fue querer ser libre.
Sé libre allá donde estés, pequeño Jamel.
Comentarios
Publicar un comentario